Este martes 11 de marzo vivimos una Noche de los Testigos llena de reflexión y oración, un momento para recordar y orar por tantos cristianos que, aún en la adversidad, mantienen viva su fe.
Empezamos con la Santa Misa, durante la homilía, Mons. Manamika Bienvenue, obispo del Congo-Brazzaville, explicó el profundo significado del signo de la cruz en relación con el Padrenuestro: la línea vertical representa nuestra relación con Dios, sobre la cual se sostiene la línea horizontal, que es nuestra relación con los demás.
Después continuamos con los testimonios: el Pbro. Emmanuel Barongo, sacerdote de Uganda, compartió el testimonio de los mártires de Uganda, recordándonos que “Dios está presente y actúa fuertemente, incluso en la persecución”.
Resaltó la célebre frase de Tertuliano: “La sangre de los mártires es la semilla del cristianismo”.
Posteriormente, se realizó una procesión en honor a los mártires del siglo XXI, un conmovedor recordatorio de aquellos que han dado su vida por la fe en nuestros tiempos. En esta participaron voluntarios de distintos grupos de la Parroquia: Súmate, Ayuda Fraterna, Catequistas, y Amigos de Jesús y María.
Por su parte, el Pbro. Víctor Mejía Domínguez nos animó a asumir nuestro llamado a dar testimonio de Jesús en nuestra vida diaria. Éste sacerdote mexicano estuvo en China más de 20 años.
En la segunda procesión de mártires, ayudaron voluntarios de Effetá y un grupo de empleados de la Parroquia.
Mons. Manamika Bienvenue hizo un llamado a ayudar a quienes enfrentan persecuciones sutiles, aquellas que no siempre son evidentes, pero que desafían la vivencia de la fe a tantos cristianos.
Finalizamos con una bendición con el Santísimo y un momento de oración con peticiones por la Iglesia perseguida.
Agradecemos profundamente a ACN por la organización del evento y a cada voluntario por su entrega y servicio, así como a los asistentes, por dedicar este momento para acompañar a nuestros hermanos que sufren.