Mensaje del Párroco
Muy queridos feligreses:
El trabajo es el medio principal para nuestro sustento y el de nuestras familias y, además, el quicio en el que debe apoyarse toda nuestra búsqueda de Dios y nuestra vida cristiana. No ignoro los grandes problemas que hoy tienen muchas personas por la carencia de trabajo y pido al Señor que les ayude. No obstante, quisiera recordar que el trabajo puede desenfocarse cuando se convierte en una afanosa búsqueda de recursos materiales descuidando nuestro trato con Él y con la propia familia y volverse una especie de esclavitud justificada por mentalidades centradas en lo material.
Afortunadamente para algunos de nosotros, en este mes de julio, Dios nos brinda la oportunidad de encontrar un descanso en medio de las actividades cotidianas. Recordemos, de acuerdo al Catecismo de la Iglesia, que el descanso tiene sus raíces en la constitución misma del hombre y que, así como Dios decidió cesar toda tarea en el séptimo día, nuestra vida humana sigue un ritmo de trabajo y de descanso. De hecho, la institución del día del Señor contribuye cada semana a que todos disfrutemos del tiempo de descanso suficiente que permita cultivar la vida familiar, cultural, social y religiosa, recordando al mismo tiempo que, como enseñaba san Josemaría, el descanso no es no hacer nada, sino distraernos en actividades que exigen menos esfuerzo.
Quiero invitarlos cordialmente a disfrutar de sus vacaciones, aprovechando este tiempo para fortalecer los lazos con cada uno de los miembros de su familia y, sobre todo, encontrar en el descanso una oportunidad de acercamiento a Dios. Les recuerdo, especialmente a nuestra comunidad colombiana, que el domingo nueve honraremos en todas las misas a la Virgen de Chiquinquirá. ¡Felicidades!
P. J. Armando Ruiz C.