Domingo Parroquial: Un Día para Compartir

El pasado domingo 30 de marzo, nuestra comunidad celebró un Domingo Parroquial muy especial, con un propósito claro: compartir con los demás.

Más allá de las pequeñas golosinas que se ofrecieron, lo verdaderamente importante fue la oportunidad de abrir espacios de encuentro y fraternidad. Cada dulce entregado fue un gesto simbólico que nos recordó que la vida cristiana se construye en el amor al prójimo, en el acercamiento, la interacción y la generosidad.

El Domingo Parroquial es un día para dar: dar un poco de nuestro tiempo, de nuestro corazón, de nosotros mismos.

Agradecemos a todos los que hicieron posible esta jornada de encuentro y alegría.

Que este espíritu de compartir nos acompañe cada día y nos impulse a seguir construyendo una parroquia llena de vida y amor fraterno.

Scroll al inicio