El pasado 28 de julio, el grupo Abuelos Formadores se reunió para vivir un momento especial de reflexión y convivencia. Bajo el tema “La vida, un regalo de Dios”, los asistentes compartieron experiencias, memorias y aprendizajes que han marcado su camino a lo largo de los años.

La jornada estuvo llena de calidez, alegría y gratitud. En un ambiente fraterno, los abuelos reflexionaron sobre el valor de la vida, la sabiduría que se adquiere con el tiempo y el papel fundamental que tienen como transmisores de fe, valores y esperanza para las nuevas generaciones.

Además del espacio de reflexión, también hubo tiempo para convivir, compartir una merienda y fortalecer los lazos que los unen como comunidad. Cada encuentro es un recordatorio de que la vida, en todas sus etapas, es una bendición que merece ser celebrada y vivida con fe.

Agradecemos a todos los que formaron parte de esta jornada y seguimos caminando juntos, con alegría y confianza en Dios, sabiendo que cada día es un nuevo regalo.